Agárrate fuerte porque lo que te voy a contar hoy tiene más capas que una cebolla total y completamente podrida. Hoy vamos a destapar una olla de datos suculenta que va a hacer que te replantees quiénes son los verdaderos titiriteros en el mundo de la música. Todos sabemos que Diddy está metido en quilombos turbios y hasta lo hemos hablado en infinitos videos. Pero, ¿y si te digo que hay alguien peor? ¿Alguien que el mismísimo Michael Jackson señaló con el dedo antes de partir de este mundo? ¿Alguien que está arriba, muy arriba de Diddy?

Michael, el rey del pop, ya nos venía advirtiendo. Tommy Mottola no es solo un ejecutivo más. No, no estamos hablando de un tipo que, según Michael, es el verdadero demonio de la industria musical.

Hoy te voy a contar cómo Michael trató de abrirnos los ojos sobre este tipo, cómo su abogado, Peter López, dejó una advertencia que nos va a helar la sangre, y cómo todo esto no solo está conectado con Diddy, con la industria, sino también con la muerte de Michael Jackson. Te vas a quedar para enterarte quién es el verdadero villano detrás de las cortinas o preferís seguir viviendo una fantasía.

Aló, qué pasó, frikis del [ __ ] soy Juanito, y esto es del [ __ ] TV. Cada video se pone peor que el anterior. Yo a veces digo, sí, me gusta hacer videos de estas cosas porque son temas interesantes. Pero cuando me pongo a investigar verdaderamente, me incomoda. Y sobre todo, me incomoda porque la verdad, la realidad, siempre termina superando a la ficción.

A ver, primero lo primero, ¿sabías que para Michael Jackson, Tommy Mottola era el [ __ ] encarnado? Sí, el mismísimo Michael se paró frente a miles de personas y en plena premiación de los Grammys soltó una bomba: “Tommy Mottola es el [ __ ]”.

Sí, lo dijo en vivo y en directo, y todo el mundo se quedó con el culo lleno de preguntas. ¿Qué estaba pasando en la cabeza del rey del pop para hacer semejante declaración? Lo que pocos saben es que detrás de esta explosiva afirmación había mucho más que un simple roce entre artista y ejecutivo.

Michael, que venía de tener una relación comercial con Sony, la discográfica manejada por Mottola, estaba harto del control que esta gente ejercía sobre los artistas. Se sentía como un títere. Y sabes bien que si hay algo que Jackson odiaba era perder su libertad creativa. Pero la cosa no quedaba ahí. De hecho, estaba convencido de que esta pelea por su catálogo musical era una de las razones por las cuales Sony y Mottola querían destruirlo.

¿Casualidad que poco después comenzaran las acusaciones de abuso infantil en su contra? Michael, en su paranoia o lucidez, dependiendo de cómo lo mires, pensaba que todo estaba orquestado para sacarlo del medio. Ahí ya nos dejó el aviso, pero nadie le prestó atención. Ahora, agárrense los calzones porque acá empieza a ponerse realmente turbio.

Michael Jackson no estaba solo en esta paranoia. Su abogado, Peter López, que era también amigo de Michael, le había hecho una advertencia que hasta hoy sigue resonando en el mundo de las conspiraciones.

Peter le dijo a Michael poco tiempo antes de morir: “Te van a dar una inyección letal”. Y ojo, no fue cualquier advertencia tirada al aire. No, no López no era un don nadie. Era un tipo influyente, con acceso a lo más alto de la industria, y sabía muy bien de lo que hablaba.

Lo más bizarro de todo esto es que Peter López también murió en circunstancias muy extrañas, apenas 6 meses después de la muerte de Michael. Peter apareció muerto en el patio de su casa. Oficialmente lo catalogaron como suicidio, pero ¿vos realmente te creés esa versión? Yo no. El abogado de Michael Jackson, que había tirado la bomba de la inyección letal, fue eliminado poco después de que Michael recibiera esa misma inyección de propofol que le terminó costando la vida. Demasiado casual, no.

Y acá no termina. Peter había sido claro: Michael estaba paranoico porque creía que Sony y Mottola lo querían muerto. Lo que en su momento parecía un delirio, hoy tiene pinta de haber sido una advertencia clara que simplemente ignoramos.

¿Quién tenía algo que ganar con la muerte de Michael Jackson? Sony, que estaba desesperada por quedarse con su catálogo musical. Mottola, que era el tipo que movía los hilos. Y Michael, una estrella inmensa, ya estaba muy debilitado por el desgaste mediático y los problemas legales que parecían brotar de la nada. Todo empieza a tener mucho más sentido, no.

Y si creías que esto se acababa en Michael Jackson, ponete bien cómodo porque este video recién empieza. Ahora te voy a contar un poco más de Tommy Mottola. Este tipo no solo era un ejecutivo exitoso de los 90. Tommy Mottola era el titiritero supremo de la industria en los años 90. Y cuando digo titiritero, no es una forma de decir, una expresión. Estoy hablando de lo que era el tipo. No solo manejaba las carreras de los artistas, sino que controlaba un montón de aspectos de sus vidas.

Vos podrías pensar que un artista, o alguno de esos que vos seguís o has seguido, tiene

dinero, fama, felicidad, tiene todo, es perfecto. Bueno, para nada. Lo único que tienen es una vida controlada por Tommy Mottola. Porque si él era un titiritero, los artistas eran marionetas. Este tipo tenía en sus manos no solo el destino de artistas como Maríah Carey, sino también de la música pop entera.

Desde Sony, Mottola podía decidir quién triunfaba y quién caía. Y si te atrevías a desobedecerlo, olvídate, estaba frito. Era como si la carrera de los artistas fuera un videojuego y él fuera el único con el joystick en la mano. Tenía la habilidad de destruir al gusto, boicotear lanzamientos y hasta manipular la prensa para arruinar reputaciones.

Te suena, porque a mí me recuerda un poco a lo que le pasó a Michael Jackson cuando lo empezó a denunciar. Por eso, cuando Michael se liberó de Sony y Mottola, lo primero que hizo fue salir a decirle al mundo quién era este tipo. Lo mismo le pasó a Maríah Carey, pero ya vamos a llegar a eso.

Lo importante acá es que Mottola no era simplemente un ejecutivo haciendo su trabajo. Era un tipo que disfrutaba del control absoluto sobre sus artistas. Y eso es lo que más miedo da, porque una cosa es ser un capo de la música, pero otra muy distinta es disfrutar viendo cómo se desmorona la vida de alguien porque te desafió. Eso, amigos míos, es un nivel de maldad de otro planeta.

Y ahora sí, la reina de las víctimas de Mottola, Maríah Carey. La cantante que rompió récords, que todos amamos por “All I Want for Christmas is You”, vivió en una cárcel de lujo. Sí, tal como lo escuchas. Cuando se casó con Tommy Mottola, no solo estaba atando su carrera a Sony, también estaba encadenando su vida a un tipo que la iba a controlar hasta los huesos.

La historia es tristísima y turbia a la vez. Mottola la aisló de todo el mundo. Y no exagero cuando digo aisló. La mandó a vivir a una mansión que ella misma apodó “Singing”, el mismo nombre de una cárcel de máxima seguridad en Nueva York.

Te imaginas vivir en un lugar donde tienes cámaras en cada rincón de tu casa, donde no puedes moverte sin que alguien te esté vigilando. Bueno, eso era el día a día de Maríah. Tommy la vigilaba 24/7 con un equipo de guardias que controlaban cada paso que daba.

¿Y por qué? Simple, para asegurarse de que nunca se le escapara de las manos. Mottola la veía como su gallina de los huevos de oro, la cantante que le iba a llenar los bolsillos a él y a Sony durante décadas.

Pero para asegurarse de que eso sucediera, la tenía completamente controlada, manipulada y psicológicamente rota. La cantante llegó a tener ataques de ansiedad y a planear su escape de esa relación como si fuera una prisionera planeando fugarse de alc. Un delirio total.

Y lo más loco de todo, en ese momento, es que Maríah Carey era una de las grandes artistas, por no decir casi una número uno. Estaba en el podio de la música. ¿Cómo es posible que semejante artista, semejante estrella, viviera como un pajarito enjaulado? Ahí puedes medir la verdadera cara del poder de Tommy Mottola. El tipo no solo manejaba su carrera, sino que manejaba su vida personal al punto de que la transformó en un infierno.

Imagínate que no podía decidir nada, ni qué ropa se ponía, ni qué canciones iba a cantar, qué estilo, qué cosa. No, todo era una decisión de Tommy Mottola. Y si pensás que lo que te acabo de contar es lo peor, agarrate, porque acá se pone oscuro de verdad. En el punto más bajo de su relación, cuando ya las cosas estaban al borde del colapso, Mottola mostró su verdadera cara de psicópata.

Una noche, durante una cena con colegas de la industria, Tommy Mottola agarró un cuchillo y se lo pasó por la cara a Maríah Carey. Sí, así como lo oís. El tipo estaba tan fuera de sí que, en un ataque de rabia, agarró un cuchillo de la mesa y empezó a deslizarlo por la mejilla de su esposa, en frente de todos los presentes.

Y acá es donde se te ponen los pelos de punta. Nadie hizo nada. Los colegas, los invitados, los guardias, todos se quedaron mirando sin moverse, como si estuvieran viendo una escena de una película de terror.

Pero no era una película, era la vida real, y era la vida de Maríah la que estaba en peligro en ese momento. Eso te muestra el nivel de poder y control que tenía Mottola sobre la gente. Todos le tenían tanto miedo que nadie se atrevió a detenerlo ni a decirle nada. Un momento de terror absoluto.

Ese fue el punto de quiebre para Maríah. Después de esa noche, decidió que ya no podía seguir más con él. No solo era una relación tóxica, era un infierno en la tierra.

Después de años de abusos psicológicos, físicos y emocionales, ella empezó a planear su escape definitivo. Y fue gracias a un detalle cósmico que todo cambió. Conoció a Derek Jeter, el famoso beisbolista, quien le dio el valor para finalmente abandonar a Mottola.

Pero ojo, que Mottola no iba a dejar que se fuera así no más. No, el tipo no solo perdió a su esposa, perdió su principal fuente de ingresos, y estaba dispuesto a destruirla si era necesario. Lo que está claro es que Tommy Mottola es un tipo con el que no querés meterte. Y si todavía tenés dudas, seguí viendo porque falta lo peor.

Ahora vamos un poquito a la historia de Michael Jackson, porque lo que empezó como una batalla por su carrera terminó siendo una batalla por su vida. A ver, lo que Michael Jackson sabía es que iba a ser complicadísimo enfrentarse a Sony y a Tommy Mottola. Era una obviedad.

Lo que nunca se imaginó es que iban a llegar hasta las últimas consecuencias. Hablemos de Michael Jackson. Cualquiera creería que Michael Jackson tiene en una pulseada bastante fuerza, no. Bueno, hemos terminado descubriendo que quizás no era tan así.

Michael Jackson estaba seguro, segurísimo de que todo el quilombo mediático que tuvo durante su carrera, ya sabemos, juicios, escándalos, etcétera, etcétera, todo venía de un solo sitio, y este es Tommy Mottola y Sony. Porque, ¿qué querían? Arruinarlo con la finalidad de quedarse con todo su catálogo.

Y es que no estamos hablando de cualquier catálogo. Eh, Michael tenía los derechos de los Beatles, de sus propios éxitos, y de un montón de música que valía millones. Para Sony, tener ese catálogo en sus manos era como tener el santo grial de la música.

¿Qué hizo Michael? Simple, no vendió. Y ahí, señoras y señores, empezó la cacería. Michael estaba cansado de que lo manipularan. Sabía que Sony quería destruirlo para quedarse con lo que era suyo. Y si bien en su momento mucha gente pensó que Jackson estaba delirando, los hechos hablan por sí solos.

Todo empezó a complicarse para él después de que decidió romper con Sony. La prensa lo destrozaba, las acusaciones llovían, y los juicios parecían no terminar nunca. ¿Coincidencia o estrategia? Jackson estaba convencido de que todo estaba armado. Según él, las acusaciones de abuso infantil fueron parte de un plan para forzarlo a vender su catálogo y hundir su carrera. Un juicio tras otro lo fue desgastando, no solo físicamente, sino emocionalmente. Michael era un hombre destruido.

Y es ahí donde empiezan a sonar las campanas de alerta. El tipo empezó a temer por su vida. Creía que lo iban a matar. Y lamentablemente, su paranoia no estaba tan fuera de lugar. Todos vimos cómo terminó esta historia. La pregunta es, ¿fue realmente una conspiración?

Ahora llegamos al momento donde tenemos que tratar de hacer un pequeño paralelismo y entender, ¿es Tommy Mottola peor que Diddy? ¿Cómo se relacionan estos dos personajes nefastos y siniestros? Porque claro, ahora todo el mundo habla de Diddy.

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