GHOST LA CATAPULTÓ AL ÉXITO, PERO TERMINÓ DESTERRADA DE HOLLYWOOD POR ESTOS ESCÁNDALOS

Demi Moore, una de las figuras más prominentes de Hollywood en las décadas de los 80 y 90, experimentó un ascenso meteórico a la fama con su papel en la icónica película Ghost. Sin embargo, el mismo brillo que la catapultó al estrellato se convirtió en el preludio de una serie de desafíos personales y profesionales que eventualmente la llevaron al margen de la industria cinematográfica.

En este artículo, exploraremos cómo la fama y los escándalos afectaron la carrera de Moore, transformando su vida y carrera de maneras inesperadas.

Demi Moore irrumpió en la escena cinematográfica en un momento en que Hollywood estaba ansioso por nuevas estrellas. Su papel en la película Ghost (1990) fue crucial para solidificar su estatus como una de las principales actrices de la época.

La película, protagonizada junto a Patrick Swayze y Whoopi Goldberg, no solo fue un éxito comercial, sino también un fenómeno cultural. Moore interpretó a Molly Jensen, una mujer en duelo tras la muerte de su novio, un papel que le valió elogios y la consolidó como una actriz talentosa con un gran futuro por delante.

A medida que la fama de Moore crecía, también lo hacía su influencia en la industria. Durante la década de los 90, ella fue una de las actrices más codiciadas, participando en películas exitosas como Una Propuesta Indecente (1993) y The Scarlet Letter (1995). Su éxito le permitió negociar contratos lucrativos y asegurarse papeles protagónicos en importantes producciones.

A pesar de su éxito en la pantalla, la vida personal de Moore estaba plagada de complicaciones. Desde su primer matrimonio con Freddy Moore hasta su relación con Bruce Willis, la actriz vivió en el centro de la atención mediática.

Su matrimonio con Willis, con quien tuvo tres hijas, parecía ser un cuento de hadas, pero pronto las grietas comenzaron a aparecer. Las presiones de su carrera, combinadas con problemas personales y las luchas internas de Moore, comenzaron a surgir de manera preocupante.

El éxito de Ghost y su posterior fama trajeron consigo una presión constante. Las inseguridades sobre su imagen y su lugar en la industria cinematográfica la llevaron a sumergirse en el consumo de alcohol y drogas, con el objetivo de manejar el estrés y las expectativas.

A los 21 años, su agente le recomendó ingresar a una clínica de rehabilitación para proteger su carrera. Aunque Moore logró superar estas dificultades y continuó trabajando, el impacto de estos problemas no tardó en hacerse sentir.

El año 1996 marcó un punto de inflexión en la carrera de Moore con el lanzamiento de Striptease. La película, que prometía ser un gran éxito, resultó ser un fiasco crítico y comercial.

A pesar de que Moore recibió un cheque de 12,5 millones de dólares por protagonizar el film, la película recaudó solo 13 millones en taquilla y fue ampliamente criticada, ganando varios premios Razzie, incluidos los de Peor Película y Peor Actriz. La crítica negativa y el fracaso comercial de Striptease no solo dañaron la reputación de Moore, sino que también la posicionaron en el centro de una serie de controversias.

El desempeño de Moore en Striptease fue visto por muchos como una representación fallida de su habilidad actoral y un ejemplo de cómo las demandas del mercado podían influir negativamente en la calidad del trabajo. La situación empeoró con la revelación de los implantes de silicona que la actriz se había sometido para el papel, un hecho que fue ampliamente criticado y ridiculizado.

El impacto de la vida personal de Moore en su carrera fue igualmente devastador. Su matrimonio con Bruce Willis terminó en divorcio, y la siguiente relación con Ashton Kutcher, un actor mucho más joven, atrajo una gran atención mediática. La diferencia de edad entre ellos no fue el único desafío; los problemas de adicción de Moore y su lucha con el alcohol afectaron gravemente su vida y su carrera.

En un giro trágico, Moore perdió un embarazo en 2012, lo que acentuó aún más sus problemas de salud y adicciones. Sus luchas personales se convirtieron en noticia, y los escándalos comenzaron a eclipsar su carrera profesional. Las infidelidades de Kutcher y el posterior divorcio llevaron a una mayor cobertura mediática, y la relación de Moore con sus hijas se deterioró debido a sus problemas con el alcohol.

La situación de Moore empeoró con la filtración de un video de 1982 en el que se la veía besando a un joven actor de 15 años. Aunque el video no fue inicialmente controvertido, su reaparición en 2012 provocó una ola de críticas y controversias.

La diferencia de edad entre Moore y el joven actor fue criticada y, a pesar de que no hubo evidencia de conducta inapropiada, el video contribuyó a la percepción negativa de la actriz en ese momento.

A pesar de los obstáculos, Demi Moore ha tratado de reconstruir su vida y carrera en los últimos años. Tras una pausa prolongada en su carrera cinematográfica, ha comenzado a centrarse en su vida personal y en nuevos proyectos.

Su relación con el chef suizo Daniel Ham ha sido una fuente de estabilidad en su vida, y Moore se ha mantenido activa en las redes sociales, promocionando sus proyectos y mostrando su figura envidiable a los 60 años.

Además, Moore ha continuado apoyando varias causas, desde la investigación del sida hasta el cáncer, demostrando que, a pesar de los desafíos, sigue comprometida con hacer una diferencia en el mundo. Aunque su carrera en Hollywood no ha sido tan prominente como en su apogeo, la actriz sigue siendo una figura influyente y respetada por su trabajo filantrópico y su fortaleza personal.

La historia de Demi Moore es un recordatorio poderoso de cómo el éxito en Hollywood puede ser efímero y cómo los escándalos personales pueden impactar significativamente en una carrera.

Desde el estrellato con Ghost hasta los desafíos personales y profesionales que enfrentó, Moore ha navegado por una serie de altibajos que han definido su vida y su carrera.

Aunque ha enfrentado numerosas dificultades, su capacidad para seguir adelante y enfocarse en su vida personal y causas importantes refleja su resiliencia y fortaleza. La historia de Demi Moore sigue siendo una lección sobre el impacto del éxito y los desafíos personales en la vida de una celebridad.