‘Prince sobre su rivalidad con Michael Jackson: Francamente, en sus propias palabras – 1

Prince on His Rivalry with Michael Jackson! Candidly In His Own Words | the  detail.

En la década de 1980, Prince y Michael Jackson eran dos titanes del pop que a menudo eran comparados y enfrentados, aunque ambos destacaban como artistas increíbles por derecho propio.

Compitieron en una rivalidad a gran escala; en este video documentamos esta dinámica complicada y las reflexiones de Prince sobre su relación única con su rival, el Rey del Pop.

La rivalidad entre Prince y Michael Jackson es una de las narrativas más icónicas y fascinantes en la historia de la música pop. Ambos fueron figuras monumentales que moldearon el sonido de los años 80, definieron tendencias y llevaron los límites de la música, la moda y el espectáculo a nuevas alturas. Aunque su arte y personalidades eran distintas, los medios de comunicación, los fans e incluso los propios artistas a menudo los comparaban, creando una rivalidad que duró años. Si bien ambos se respetaban mutuamente, el espíritu competitivo era innegable. Prince, conocido por su audacia, habló abiertamente sobre esta rivalidad en varias ocasiones.

A principios de los años 80, Michael Jackson ya se había consolidado como una superestrella global con Thriller (1982), el álbum más vendido de todos los tiempos. Por otro lado, Prince aún estaba emergiendo, pero ganaba rápidamente terreno con su música innovadora y su audaz personalidad. En una conversación con uno de los ejecutivos de su sello discográfico, Prince expresó su frustración por estar detrás de Michael. Según el ejecutivo, Prince dijo: “Tengo que encontrar una manera de sacar a Michael del primer lugar”. El éxito de Thriller lo consumía, mientras que su álbum 1999 (1982) estaba teniendo éxito, pero no alcanzaba las mismas alturas astronómicas.

El ejecutivo sugirió que Prince colaborara con Quincy Jones, el legendario productor de Thriller, como una forma de elevar su sonido. Esta sugerencia enfureció a Prince, quien se enorgullecía de ser un artista autodidacta, escribiendo, produciendo y tocando la mayoría de los instrumentos en sus álbumes. Se fue de la reunión gritando: “¡Yo produzco mis propios discos!” Este momento encapsuló el espíritu ferozmente independiente de Prince y su impulso de superar a Michael en sus propios términos.

Uno de los momentos más infames de su rivalidad ocurrió en un concierto de James Brown en 1983. Michael Jackson, quien había admirado a Brown durante mucho tiempo y estudiado su estilo escénico, estaba en el público. James Brown, al reconocer a Michael, lo invitó al escenario, donde Jackson realizó un breve y electrizante baile, incluyendo su famoso moonwalk. Después de que Michael terminó, le susurró algo a Brown, quien luego invitó a Prince a subir también.

What The World Never Knew About Michael Jackson And Prince's Feud - YouTube

La actuación de Prince, sin embargo, fue un desastre. Desprevenido y aparentemente sorprendido, Prince tocó torpemente un riff de guitarra y derribó un poste de luz al salir del escenario. El público, que acababa de presenciar la impecable actuación de Michael, no quedó impresionado. Según personas cercanas a Prince, se sintió profundamente avergonzado por el incidente y vio repetidamente las imágenes, analizando lo que salió mal. Este momento intensificó aún más la rivalidad entre los dos artistas. Como comentó un conocedor, “Prince sabía exactamente lo que Michael estaba haciendo. Siempre tuvo esta sensación de que Michael lo estaba preparando”.

En 1984, Prince se había consolidado como una superestrella con el lanzamiento de Purple Rain, tanto el álbum como la película. El éxito de Purple Rain rivalizó con el de Thriller, y durante un breve período, ambos estuvieron codo a codo. Purple Rain fue un fenómeno cultural, con su mezcla de rock, R&B y funk, y consolidó a Prince como un artista que podía hacerlo todo: escribir, actuar, producir e incluso protagonizar una película exitosa.

Durante este tiempo, los medios de comunicación a menudo los enfrentaban, describiéndolos como los Beatles y los Rolling Stones de los años 80. Prince, quien era ferozmente competitivo, prosperaba con estas comparaciones. En una entrevista, Prince dijo: “No se podía inventar algo mejor. Era simplemente perfecto”. Él abrazaba la competencia, creyendo que lo empujaba a ser un mejor artista. Sin embargo, a diferencia de Michael, que era principalmente un entretenedor, Prince se enorgullecía de ser un multiinstrumentista, compositor y productor. Como comentó una vez, “Michael era un gran artista, pero yo lo hacía todo”.

Uno de los momentos más polémicos en su rivalidad ocurrió durante la grabación de We Are The World en 1985. El sencillo benéfico, escrito por Michael Jackson y Lionel Richie y producido por Quincy Jones, reunió a algunos de los nombres más grandes de la música para recaudar dinero para el alivio de la hambruna en África. Casi todos en la industria participaron, pero Prince estuvo notablemente ausente.

Según Quincy Jones, Prince se negó a participar porque no quería compartir el protagonismo con Michael. Cuando Jones le ofreció grabar en una sala separada, el artista aún se negó, diciendo que prefería contribuir con un solo de guitarra que estar junto a otras estrellas. Jones se enfureció, interpretando la negativa de Prince como un insulto personal. En palabras del propio Prince, admitió que no se sentía cómodo en ese entorno. “Probablemente me habría quedado en blanco con tanta gente genial a mi alrededor. Soy más fuerte en una situación donde estoy rodeado de personas que conozco”.

A lo largo de los años 80 y más allá, Prince nunca logró escapar completamente de la sombra de Thriller. A pesar del éxito de Purple Rain, Thriller continuó dominando el panorama cultural, convirtiéndose en un referente para la música pop y rompiendo récords que Prince, con todo su talento, no pudo superar. En entrevistas, Prince a menudo minimizaba su rivalidad con Michael, pero estaba claro que la competencia lo impulsaba. En una ocasión comentó: “No es para alguien que no toca música decir que esto no es tan bueno como [mi trabajo]”.

En los años siguientes, ambos artistas continuaron empujando los límites de la música y el espectáculo, pero la rivalidad se desvaneció a medida que sus carreras evolucionaron. Prince siguió siendo un artista prolífico e innovador, reinventándose constantemente y desafiando a la industria musical, mientras que la carrera de Michael tomó un camino más tumultuoso.

Aunque a menudo se les comparaba, sus visiones artísticas eran fundamentalmente diferentes. Michael Jackson era un consumado entretenedor, mientras que Prince era un genio musical que operaba en sus propios términos. Al final, la rivalidad entre Prince y Michael Jackson no se trataba tanto de animosidad personal, sino de dos artistas en la cima de su poder, cada uno esforzándose por superar al otro y dejar un legado duradero. Como dijo una vez Prince: “Es nuestro viaje. No es para que alguien que no toca música diga que esto no es tan bueno como [mi trabajo]”.