Jennifer Lopez se descontrola cuando su supuesta r@cismo se filtra a través de un TikToker | HO

Jennifer Lopez está bajo fuego por el trato a los bailarines negros durante un tributo a Motown en los Grammy de 2019.

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Jennifer Lopez, cariñosamente conocida como “JLo”, ha construido una exitosa carrera como una artista polifacética, destacándose en la música, el cine y la danza. Sin embargo, su participación en un tributo a Motown en los premios Grammy de 2019 ha atraído críticas significativas, especialmente en torno a su trato hacia los bailarines negros y preocupaciones más amplias sobre la apropiación cultural. Dexter Carr, un coreógrafo destacado que trabajó con JLo durante esa actuación, recientemente puso en el centro de atención sus experiencias negativas, lo que ha generado un amplio debate sobre su rol en el tributo y su trato hacia los bailarines negros en la industria del entretenimiento.

Motown, fundada en 1959 por Berry Gordy en Detroit, Michigan, es una de las discográficas más importantes en la historia de la música, responsable de lanzar las carreras de artistas icónicos negros como Diana Ross, Marvin Gaye, Stevie Wonder y The Temptations. La influencia de Motown en la industria musical y la cultura negra es incalculable, convirtiéndola en un símbolo de la lucha y el éxito del arte negro.

En 2019, Jennifer Lopez fue elegida para encabezar una presentación en homenaje a Motown en los premios Grammy, una decisión que inmediatamente provocó críticas. Los críticos cuestionaron por qué se eligió a Lopez, una artista latina, para representar a una discográfica que siempre ha estado tan intrínsecamente ligada a la historia negra. Lopez, conocida por sus contribuciones a la música pop y los sonidos latinos, enfrentó acusaciones de insensibilidad cultural por aceptar el papel en un tributo que muchos consideraron que debía haber sido otorgado a un artista negro.

Dexter Carr, un coreógrafo de renombre que trabajó en el tributo, reveló que durante los ensayos, los bailarines negros fueron tratados como jugadores de fondo en lugar de ser centrales en una actuación que se suponía debía celebrar la música y cultura negras. Los relatos de Carr resaltan varios problemas problemáticos, incluida la subrepresentación de los bailarines negros en un tributo a Motown, a pesar de que el homenaje estaba destinado a honrar el arte negro.

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Carr señaló que, en el primer día de ensayo, solo tres bailarines negros, incluido él mismo, estaban presentes entre un grupo más grande de intérpretes blancos e hispanos. Esto le generó inmediatamente inquietud. A medida que los ensayos continuaron, Carr afirmó que los bailarines negros fueron consistentemente relegados a la parte trasera de las formaciones, mientras que Lopez permaneció en el centro. Específicamente, recordó un momento en el que Lopez insistió en que dos bailarines negros, que estaban cerca de ella, fueran alejados del centro del escenario.

Añadiendo a su frustración, se incluyó un segmento de salsa en el tributo, lo que muchos consideraron una desconexión con el propósito del homenaje de honrar el legado de Motown. La salsa, un género profundamente arraigado en la cultura latina, no era relevante para la era de Motown, y su inclusión se vio como una representación errónea del legado musical en el que se basó Motown.

Uno de los momentos más personales de la experiencia de Carr fue cuando Lopez comentó sobre su peinado, preguntando qué iban a hacer con su cabello. Este comentario no solo fue percibido como insensible, sino que también reflejaba las luchas que los intérpretes negros enfrentan con frecuencia en cuanto a su apariencia en una industria que los presiona a conformarse con los estándares de belleza eurocéntricos.

Carr enfatizó que los bailarines negros en el equipo eran excepcionales, y sin embargo, a pesar de su talento, fueron marginados en favor de los intérpretes no negros. Expresó su decepción de que una actuación destinada a celebrar la excelencia negra estuviera centrada en una artista latina y relegara a un segundo plano a las personas a las que Motown representaba.

La participación de Lopez en el tributo y las revelaciones de Carr desataron un amplio debate en las redes sociales y en círculos del entretenimiento. Muchos cuestionaron por qué los productores de los Grammy no eligieron a un artista negro, dado que Motown está tan profundamente arraigada en la historia y la cultura negras. Otros fueron críticos con Lopez por aceptar el papel, argumentando que debería haber reconocido la importancia de la representación negra en un homenaje como ese.

En el momento de las acusaciones públicas de Carr, Lopez no había respondido directamente. Sin embargo, durante los Grammy y la controversia inicial en 2019, Lopez defendió su papel, afirmando que la música de Motown se trataba de “sentimientos” y que sus propias experiencias con la música cuando crecía estuvieron fuertemente influenciadas por Motown. También expresó que se sentía honrada de haber sido elegida y creía que estaba rindiendo homenaje a la música que amaba desde su infancia.

Si bien la explicación de Lopez resonó con algunos, muchos otros sintieron que no abordaba el problema más amplio de la representación cultural. La controversia radicaba en la creencia de que un artista negro habría sido una opción más apropiada y significativa para honrar a Motown, dado su significado histórico y cultural para la comunidad negra.

La carrera de Lopez no ha estado exenta de otras acusaciones de apropiación cultural. Los críticos han señalado que gran parte de su éxito en la industria musical se ha construido sobre las contribuciones de artistas y artistas negros. Desde sus primeros días como bailarina en el programa In Living Color hasta su posterior carrera musical, Lopez ha trabajado frecuentemente con artistas negros, y algunos argumentan que se ha beneficiado de la cultura negra sin reconocer o respetar completamente sus orígenes.

También hay acusaciones de que la carrera musical de Lopez se construyó a expensas de artistas femeninas negras. Varias vocalistas, incluidas Ashanti y Christina Milian, han afirmado que sus voces se utilizaron en las canciones de Lopez sin recibir el crédito adecuado. Estas acusaciones, junto con su uso de la palabra “N” en una canción con Ja Rule, han llevado a muchos a cuestionar la comprensión y el respeto de Lopez por la cultura negra.

A medida que crecen las discusiones sobre la representación, la apropiación cultural y el trato a los artistas negros, el tributo a Motown de 2019 sirve como un recordatorio de la importancia de la autenticidad y la sensibilidad cuando se trata de homenajes culturales. La industria del entretenimiento, particularmente en momentos destinados a celebrar la historia negra, debe priorizar las voces y talentos negros.

Para Jennifer Lopez, estas recientes acusaciones y críticas ofrecen una oportunidad de reflexión. Si bien ha hecho contribuciones significativas al mundo del entretenimiento, su carrera ha estado marcada por controversias relacionadas con la apropiación cultural y su trato hacia los artistas negros. En el futuro, Lopez podría beneficiarse de involucrarse en un diálogo más significativo en torno a estos temas y utilizar su plataforma para elevar las voces de los artistas marginados en lugar de opacarlos.