Luego del Desafío a Muerte en el que compitieron cuatro parejas, Andrea Serna convoca a los Súper Humanos para despedir a Karen y Olímpico, quienes no lograron superar la prueba debido a que tuvieron varios problemas en la etapa de definición.

Es allí cuando aprovecha para preguntarles a los miembros del equipo Tino cómo se sienten al mantenerse completos y en pie luego de haber atravesado por un “ciclo de terror”. Posteriormente, su atención se centra en la escuadra roja, por lo que cuestiona a Kevyn y Karoline sobre la forma en la que reciben la noticia de que ya no tendrán a dos fichas fundamentales dentro del grupo.

Karen, por su parte, le agradece a cada uno de sus compañeros por las enseñanzas que le brindaron durante su paso por el Desafío y se siente afortunada por la oportunidad de cumplir uno de sus más grandes sueños siendo tan joven.

La Súper Humana le cuenta a la presentadora que la decisión de autoenchalecarse no fue para nada sencilla mientras que Olímpico asegura que, aunque dieron lo mejor en el terreno de juego, las cosas no se dieron.

Cómo fue el Desafío a Muerte

En esta prueba por parejas, los hombres debieron desamarrar una trenza que sostenía la llave de tuerca que usarían para liberar una escalera de cadenas con la cual bajarían de la plataforma de inicio.

Una vez abajo, pasaron por un túnel y la maraña de redes, luego treparon al segundo piso del Box, donde debieron desamarrar 11 estribos que quedaron colgando y soltar un costal que debían llevar al inicio de la pista. Allí tocaron la campana para darle la largada a sus parejas.

Las mujeres bajaron de la plataforma de inicio, cruzaron el túnel y la maraña para luego atravesar el segmento de estribos sin tocar el piso. Finalmente, saltaron un obstáculo y sacaron de una caneca llena de piedras tres esferas que debían llevar al inicio de la pista superando todos los obstáculos.

Mientras tanto, los hombres sacaron del costal una raqueta cuadrada y se pararon a los extremos de una fila de tres cestas. Uno de los miembros les lanzó las pelotas al que tenía la raqueta y este debía rebotarlas hasta que cada balón estuviera en una de las cestas. Los tres primeros en hacerlo se salvaron de la muerte.