Danna García Revela el Verdadero Carácter de Mario Cimarro: Un Contraste Sorprendente con su Personaje en Pasión de Gavilanes

En una reciente entrevista, Danna García compartió detalles reveladores sobre su experiencia trabajando con Mario Cimarro en la exitosa telenovela Pasión de Gavilanes. La actriz no solo desentrañó la complejidad de su relación profesional, sino que también destacó el contraste significativo entre el personaje de Cimarro y su verdadera personalidad.

Durante la grabación de Pasión de Gavilanes, Mario Cimarro, quien interpretó al imponente Juan Reyes, popularizó un eslogan que se volvió emblemático: “Hasta el más macho llora por amor”. Este lema encapsulaba la esencia de su personaje, un hombre fuerte y rudo en el exterior, pero vulnerable y profundamente enamorado en el interior. El personaje de Juan Reyes es presentado como el arquetipo del hombre macho que, a pesar de su dureza y habilidades en el campo, se transforma en un romántico empedernido cuando está con su amada, Norma Elizondo, interpretada por Danna García.

El contraste entre la imagen dura y el lado más tierno de Juan Reyes resalta la habilidad actoral de Cimarro, quien supo transmitir la dualidad de su personaje. Sin embargo, el enfoque de este eslogan subraya una de las principales temáticas de la telenovela: la capacidad de amor de los hombres más duros y cómo el amor puede transformar a las personas.

Contrario a la imagen de su personaje en la pantalla, Danna García ofrece una perspectiva íntima y sorprendente sobre Mario Cimarro. En sus declaraciones, García pintó a Cimarro como un hombre completamente diferente a la imagen del hombre rudo y dominante que su personaje de Juan Reyes representa.

“Solo puedo hablar maravillas de Mario porque fue mi mejor amigo durante la telenovela,” afirmó García. Describió a Cimarro como un profesional ejemplar y un compañero respetuoso. La actriz subrayó que, aunque Mario Cimarro es conocido por su carácter reservado y su tendencia a mantener su vida privada lejos de los reflectores, en el set de grabación mostró un gran compañerismo y profesionalismo.

“Mario es un hombre de pocas palabras y muy reservado. No habla prácticamente con nadie sobre su vida personal, pero en el trabajo es extremadamente profesional,” dijo García. Esta descripción contrasta marcadamente con la imagen pública del actor como un galán apasionado y enérgico.

García también destacó la química que compartieron en el set, lo que facilitó el desarrollo de sus personajes y la autenticidad de sus escenas. Aseguró que, a pesar de la diferencia entre la realidad y el personaje, trabajar con Cimarro fue una experiencia fluida y sin complicaciones.

“Todo fue tan fácil de hacer con él. Es un caballero, profesional y respetuoso. En ningún momento me sentí incómoda. La amistad que desarrollamos fue muy importante para el resultado final,” agregó García. Esta relación armoniosa entre los actores fue crucial para el éxito de la telenovela, permitiendo que las escenas de amor entre Juan y Norma se sintieran genuinas y emocionales.

García también hizo hincapié en la presencia física imponente de Cimarro, describiéndolo como un “toro” debido a su gran tamaño y fuerza. “Mario mide 1,95 metros y tiene una espalda tan ancha que cuando lo abrazaba en la novela, no podía cerrar las manos. Es un hombre muy grande y atractivo,” recordó García.

Esta presencia física no solo contribuyó a la credibilidad de su personaje como un hombre fuerte, sino que también añadió una capa adicional de autenticidad a su actuación. La apariencia física de Cimarro ayudó a subrayar la transformación emocional de Juan Reyes de un hombre rudo a un romántico tierno.

Además de su relación con García, Cimarro también mostró un gran aprecio y respeto por el equipo técnico de la telenovela. García señaló que Mario era conocido por su amabilidad hacia todos los miembros del equipo detrás de cámaras. “Era amigo de todos los muchachos que trabajaban detrás de cámaras y era muy detallista,” comentó García.

Esta actitud hacia el equipo técnico no solo refleja su carácter amable, sino también su profesionalismo y su capacidad para trabajar en equipo, aspectos que a menudo pasan desapercibidos para el público pero que son cruciales para el éxito de cualquier producción.

La visión de Danna García sobre Mario Cimarro ofrece una visión fascinante de cómo la verdadera personalidad de un actor puede diferir enormemente de los personajes que interpretan. Mientras que Juan Reyes es el epítome del macho que se derrite por amor, Mario Cimarro en la vida real es descrito como una persona reservada, profesional y respetuosa. Este contraste no solo enriquece nuestra comprensión del actor, sino que también subraya la habilidad de Cimarro para encarnar su personaje con tanta efectividad y autenticidad.

La experiencia de García con Cimarro demuestra la importancia de la química entre los actores y el impacto de una actitud profesional en la producción de una telenovela exitosa. A través de su relato, se revela que, detrás del galán de telenovela, hay un ser humano complejo y multifacético cuya verdadera esencia a menudo queda oculta tras las cámaras.